El Blues

Una Aproximación al Blues

    Se conoce como “blues” a un género musical surgido en los Estados Unidos y desarrollado en gran medida por la comunidad afroamericana. Sus orígenes se encuentran en las canciones de trabajo o “worksongs” (estilo vocal sin acompañamiento) interpretadas por personas de raza negra, con el ritmo de estas canciones se hacía más llevadera la faena. A estos cantos de trabajo se sumaron otro tipo de canciones y baladas populares de origen europeo. Algunos elementos del blues como el patrón de llamada y respuesta (trasladado posteriormente a una interacción entre la voz y la guitarra) pueden encontrarse también en la música africana. Gerhard Kubik, etnomusicólogo y autor del libro “Africa and the Blues”, fue de los primeros expertos en sugerir que ciertos elementos del blues tienen sus orígenes en la música islámica de África.[1]

Origen del Término Blues

       El término blues hace referencia un estado de ánimo triste, melancólico y depresivo que se manifiesta, por regla general, en las interpretaciones de esta música. De hecho, la definición del blues desde el enfoque emocional o ambiental es la más extendida e importante, válida también para aquellos casos en el que la interpretación es alegre o humorística. En cualquier caso, el blues fue una música interpretada por un proletariado al que no le trató muy bien la vida. Las primeras referencias escritas sobre el término blues, de las que se tiene constancia en este contexto, se remontan al año 1798. En ese año, la obra teatral representada con título “Blue Devils”[2], farsa en un acto de George Colman, hace referencia a los demonios, a la melancolía, las desgracias, la miseria y el suicidio. El término “blue”, que forma parte del título de esta obra, no aparece en los diálogos de ninguno de los personajes de la misma; sin embargo, parece estar en concordancia con el carácter dramático de la obra así como con la línea del movimiento romántico de la época. En el transcurso de los años el término “blue devils” se simplificó transformándose en “the blues” para referirse, del mismo modo, a estos estados de ánimo. 

     Otra referencia nos ha llegado de la mano de Paul Oliver [3], autor de varios libros relacionados con el blues y una de las personalidades más importantes en este tema. Este escritor comenta un texto fechado en 1862 de la cronista, maestra e influyente activista por los derechos civiles Charlotte Forten en el que aparece el término blues como estado de ánimo y de cómo se cantaban algunas canciones de trabajo para sobrellevar esos sentimientos: “los blues”. Una nueva referencia queda constatada en la ciudad de Memphis en el año 1912. Allí, en ese mismo año, William Christopher Handy (1873-1958) usó el término blues para referirse a un estado de ánimo depresivo en su composición “Memphis Blues”. Sin duda, el término fue muy popular a partir de la segunda década del siglo XX coincidiendo con el desarrollo de una joven industria discográfica que apostó por crear distintas categorías orientadas a la venta de grabaciones tanto a personas de raza blanca como a los afroamericanos. En la categoría denominada “música racial”, el término blues apareció con mucha frecuencia incluido en el título de muchos temas del género: “A Spoonful Blues”, “Cypress Groove Blues”, “Death Letter Blues”, Big Fat Mamma Blues”, “Back Biting Bee Blues”, “Early Morning Blues”, “Police Dog Blues”, “Trackin My Blues Away”, “Downtown Blues”, “Liquor Store Blues”, “Penitentiary Moan Blues”, etc. Conviene aclarar que otras grabaciones de bues no incluían este término en el título de las canciones; sin embargo, una parte de los términos empleados fueron de tipo siguiente: “Devil”, “Black”, “Down”, “Bad”, “Evil”, “Dirty”… Asimismo, se incluyeron en los títulos referencias a lugares como: “Cottonfield Blues”, “Kansas City”, “St. Luis Blues”, “Texas Easy Street Blues”, “West Texas Blues”, etc. 


1 Gerhard Kubik, en el libro “Africa and the Blues”, establece diversos vínculos entre áreas específicas de las culturas africanas y afroamericana basándose en los datos del trabajo de campo desarrollado en, al menos, dieciocho países de África. 
2 En un prólogo de la publicación impresa de la obra “Blues Devils” por William Burton y Fetter Lane, en Londres 1808, se anuncia que la obra es una versión, con pequeñas modificaciones, de un drama francés en un acto escrito por M. Patrat. 
3 Paul Oliver es autor de muchas publicaciones sobre el blues. Algunos de los títulos son: “The Story of the Blues”, “Bessie Smith”, “Blues Fell this Morning: The Meaning of the Blues”, “Conversation With the Blues”, “Screening the Blues: Aspects of the Blues Tradition”, “Savannah Syncopators: African Retentions in the Blues”, “Blues Off the Record: Thirty Years of Blues Commentary”, “Broadcasting the Blues: Black Blues in the Segregation Era”, etc.



Características Musicales

En un sentido más general, el blues es una música elaborada a partir de los estilos vocales afro-americanos presente en buena parte del jazz cantado. Las inflexiones naturales de la voz, el tratamiento de ésta como si quisiera imitar el sonido de un instrumento así como la emoción intensificada y la profundidad poética y expresiva caracterizada por aspectos melancólicos (en mayor o menor medida) son otras de las características presentes en el blues vocal.  Asimismo, es típico el uso de las escalas de blues basadas en un modelo pentatónico al que se añade una nota de paso.



El “blues” como forma musical posee unas características propias. A continuación citaremos algunas:

El uso de distintas técnicas expresivas aplicadas a las cuerdas como el vibrato, el “blend” (tocar una nota, bajar la afinación y recuperar su altura) o el “slide” (técnica de tocar una nota y deslizar el dedo arriba o abajo)
El uso generalizado de las “blue notes” que contribuyen a potenciar este estado emocional. Estas notas correspondientes a intervalos de terceras o séptimas menores (también, con menos frecuencia, la quinta disminuida) se suben o bajan alterando deliberadamente su entonación
La preferencia por los acordes de dominante
La utilización preferente de una estructura armónica integrada en un ciclo de doce compases (aunque también podemos encontrar blues de ocho o de dieciséis compases). En esta estructura habitual de doce compases se exponen –en su forma tradicional- tres motivos melódicos de cuatro compases cada uno a modo de: afirmación, en los primeros cuatro compases; repetición de la afirmación, en los cuatro compases siguientes y, por último, una conclusión en los cuatro últimos.

Por ejemplo, entre los músicos de jazz el blues es básicamente una estructura de doce compases con una sucesión de acordes estandarizada; aunque diversificada según el estilo, el tempo y el tono. Si en una agrupación algún músico propone al resto del grupo tocar un blues los músicos deberán decidir la tonalidad, y el tempo (o en su caso el nombre del blues identificado por su melodía) para tocar un modelo de progresión de acordes estandarizada. Muchas de las melodías de los distintos blues comparten un mismo modelo de progresión de acordes. 


Ejemplo de una progresión básica:


Ejemplo de una progresión más elaborada:

Las canciones de blues se convirtieron en un medio a través del cual se narraban distintas vivencias en un entorno muy complicado para los afroamericanos. Las letras de estas canciones trataban distintas temáticas: la discriminación, los abusos de la policía, la vida en la cárcel, el amor y las relaciones sexuales, los sentimientos y emociones, la dureza de la vida y del trabajo en el campo, los caminos, las carreteras y el ferrocarril. Pero también se trataron los temas relacionados con la religión; algunos autores tenían en su repertorio canciones cristianas al estilo de los espirituales negros. Las comunidades afroamericanas solían participar en los llamados “encuentros en el campo”, reuniones que solían estar convocadas con una cierta orientación hacia el evangelio y el culto religioso; este tipo de convocatorias religiosas solían reunir a un importante número de personas. Muchos de los cantantes que incluyeron espirituales en sus repertorios fueron encuadrados en el grupo de cantantes de blues.



En esta primera aproximación queremos incluir algunas opiniones de los protagonistas, cantantes y músicos de este género, en relación al significado y trascendencia del blues. A continuación citaremos algunas:

Billy Taylor (1921-2010), pianista de jazz, opina así sobre la importancia del blues en el idioma jazzístico: “No conozco a un solo músico de jazz sobresaliente (…) que no haya sentido un enorme respeto por el blues, lo tocara o no lo tocara”.

En este mismo sentido se pronuncia Leonard Feather (músico, productor y crítico musical): “Creo que en última instancia puede decirse que el blues es la esencia del jazz”.   

Buddy Guy (guitarrista y cantante de blues): El blues y la música espiritual negra: esas son las raíces. Mucha gente no estará de acuerdo conmigo, pero yo aprendí de gente que ya no está con nosotros y sé que es un mensaje que viene de mucho tiempo atrás".                                                                         

Huddie Ledbetter, llamado Leadbelly (1888-1949), cantante, músico y compositor de blues, opinó lo siguiente: “Ningún hombre blanco tuvo jamás el blues porque ningún hombre blanco tuvo jamás preocupaciones… Pero cuando estás en la cama y te mueves de un lado para otro y no puedes dormir, ¿qué es lo que te pasa? Te tiene el blues.


Jimi Hendrix (1942-1970): “El blues es fácil de tocar pero difícil de sentir".

Willie Dixon (1915-1992): “El blues son las raíces: todo lo demás son los frutos.”

A una pregunta sobre la importancia del blues en los Estados Unidos la esposa del cantante y contrabajista de blues Willie Dixon contestó lo siguiente: “Porque el blues son los hechos de la vida. Es lo mejor que hay. En la vida de todos hay blues; es la raíz de toda la música estadounidense. Y lo llamaron blues, pero en realidad es sólo los hechos de la vida”. [4]


John Lee Hooker: “El blues no siempre es triste. Cuando estoy decaído escucho blues y vuelvo a sentirme bien".

La entrevista aparece en el doble DVD Crossroads 2007, Eric Clapton, Guitar Festival. (Disco 1, en el minuto 1:07:50).


Estilos del Blues

Se puede decir que el blues experimentó un primer desarrollo una vez terminada la contienda que enfrentaría a los Estados de la Unión (abolicionistas) y los Estados Confederados (esclavistas). Al finalizar la guerra la esclavitud quedó abolida, esta nueva condición de libertad de los afroamericanos propició un primer desarrollo y posterior expansión del género que acabaría por imponerse como la forma musical más importante entre la comunidad afroamericana. Del mismo modo, el blues pudo asimilar todas las demás formas musicales de la comunidad negra.


En este desarrollo inicial del género, los primeros blues surgidos en el sur de los Estados Unidos adoptaron su forma de las características personales de cada intérprete. Los estados de la zona del Delta (Mississippi, Alabama, Arkansas, Tennessee y Luisiana) fueron la cuna del blues. En ese territorio, con una población afroamericana que sufrió la miseria y la segregación, se desarrollaría el estilo más atormentado y con fuertes rasgos africanos: el estilo del Delta.

 El estilo del Delta (o delta blues como también se le conoce) se extendió hacia el norte llevado por los cantantes y también por los espectáculos itinerantes de vodevil. Más tarde, con la comercialización del gramófono portátil [5] a gran escala en la década de 1920, el blues del Delta llegó a su gran apogeo. El estilo se caracteriza también por el sonido de la guitarra “bottleneck” (cuello de botella); este característico sonido de glissando se produce al deslizar el dedo a lo largo de las cuerdas dentro de un cilindro de cristal, tubo metálico o directamente con el cuello de una botella de vidrio. Esta técnica, de la que fueron maestros Son House o Robert Nighthawk, ha tenido una gran influencia en muchos otros guitarristas posteriores. El efecto producido con esta técnica aplicada a la guitarra se asemeja a un lloriqueo y éste desempeña el papel de respuesta mediante cortos motivos a los fragmentos cantados. Pueden desempeñar este mismo papel otros instrumentos como el violín o la armónica, en algunos casos realizando un solo sobre una estructura completa de la forma.


Robert Leroy Johnson (1912-1938), el “Rey del Delta blues”, fue una de las leyendas de este estilo. La originalidad de sus composiciones así como el uso de patrones rítmicos de acompañamiento más complejos (diferentes al típico cabalgar de los acompañamientos grabados por los “bluesmen” de la primera generación) [6] nos sugiere situar a este músico en los antecedentes lejanos del Rock and Roll. “Sweet Home Chicago”, uno de sus temas más famosos, ha sido versionado por Freddie King, Eric Clapton, Lonnie Brooks, los Blues Brothers y Buddy Guy entre otros. Otro gran éxito de Robert Johnson fue “Love in Vain” [7] versionado también por Eric Clapton y por los Rolling Stones.


La compañía británica His Master’s Voice comenzó a fabricar gramófonos alrededor de 1900. En 1924 lanzó al mercado su primer  gramófono portátil.
Algunos músicos de esta primera generación fueron: Charley Patton, Bo Carter, Tommy Johnson y Big Joe Williams.
Existe una balada titulada “In Love in Vain” (de Leo Robin y Jerome Kern) interpretada por Nina Simone, Carmen McRae, Bill Evans, Sarah Vaughan, etc. que no debe confundirse con el tema “Love in Vain” de Robert Johnson. 


El Blues del Sureste, también llamado “Rag sureño”, surge al Este de Tennessee y en los estados de Carolina del Norte, Virginia, Georgia y Kentucky; es algo más relajado que el blues del Delta y, en las grabaciones de los músicos asociados a este estilo, se puede apreciar una cierta conexión con el ragtime en lo relativo a los acompañamientos de la guitarra o del piano.

Algunos de los cantantes de blues tocaron distintos estilos o practicaron nuevas fusiones. La región donde nació el estilo del Sureste dio varios ejemplos de fusión entre el blues y el góspel[8], fusión promovida principalmente por cantantes que al mismo tiempo fueron predicadores; asimismo, el estilo dio distintas baladas románticas que, según Gérald Arnaud y Jacques Chesnel[9], pudieran estar en el origen del éxito del sonido Nashville[10]… En cualquier caso, en el Sureste no existió una diferencia tan notable entre el country y el blues porque allí la segregación no fue tan radical como el los territorios del Delta. De este modo el Rag sureño se enriqueció del ragtime y de la música country. Estas influencias aportaron al blues del Sureste un tono más alegre y urbano.

Entre los intérpretes del estilo del Sureste fueron numerosos los músicos invidentes que dejaron una importante huella; fue algo normal anteponer el término “Blind” (ciego) a sus nombres. Blind Willie McTell, Blind Gary Davis, Blind
Blake, Blind Boy Fuller y Blind Sonny Terrry están entre los más destacados intérpretes ciegos de la época. Sin embargo, también debemos destacar otros músicos importantes como: Hudson Whittaker, conocido como Tampa Red, que grabó blues urbano y alegre con un estilo moderado con la guitarra. Con el característico timbre agudo de su voz y particular forma de cantar fue un importante referente para los pioneros del Rhythm and Blues[11].  
  
El blues llegó a Texas procedente del Delta y se estableció principalmente en aquellas poblaciones que acogieron a los agricultores arruinados a causa de la devastación de los campos de algodón por las plagas. El descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo a principios del siglo XX atrajo a un importante número de inmigrantes de origen germánico en busca de oportunidades; estos se sumaron al numeroso grupo hispano y a la minoría anglosajona del territorio. De este modo, las ciudades crecieron tanto como el número de barrios deprimidos donde se asentaba una comunidad proletaria afroamericana castigada por la desfavorable situación neo-esclavista.

En el contexto cultural y musical con una gran tradición española, la desarrollada Nueva Orleans ejercería una gran influencia; pero, no fue menor la importancia de la cultura cowboy así como la aportación cultural del grupo étnico Cajún[12]. En este contexto se desarrollaría, a principios del siglo XX, otro tipo de blues con un estilo tan singular como su población.





8 Música religiosa surgida en las iglesias afroamericanas en el siglo XVIII. Se caracteriza por el uso de coros y ritmos alegres.
9 G. Arnaud y Jacques Chesnel son los autores del libro “Les grands créateurs de jazz”. En la edición en castellano “Los Grandes Creadores del Jazz” de Ediciones del Prado (1993), la cita aparece en la página 79.
10 El estilo Nashville es un subgénero del country promovido por distintas compañías discográficas (RCA Records y Columbia Records, en Nashville, Tennessee) caracterizado principalmente por la sustitución del sonido de la guitarra con cuerdas de acero y del violín por una sección de cuerdas y por un coro de refuerzo de la voz principal.
11 El Rhythm & Blues es un género derivado principalmente del blues urbano, el góspel y el jazz; se caracteriza por un ritmo bailable y se describe como el precursor del  Rock and Roll. El término “rhythm & blues” sustituyó en 1949 al hasta entonces usual “race records”.
12 Los cajunes o acadianos son un grupo étnico localizado Luisiana y descendientes de exiliados de territorios franceses del Canadá incorporados a la Corona Británica en el siglo XVII. El grupo también está formado por comunidades que se unieron más tarde como alemanes, españoles y criollos franceses; su lengua es un dialecto derivado del francés.



En su aspecto más arcaico, el estilo de Texas estuvo próximo a los típicos bailes de vaqueros inmortalizados en algunas de las películas del género western; asimismo, el estilo dio un muestrario de canciones folk (algunas anteriores al blues) así como canciones de trabajo y de presidio. El blues tejano tuvo su continuación en California llevado allí por los músicos que, en busca de reconocimiento, emigraron desde Texas. La importancia de este estilo, caracterizado actualmente por la relevancia de una guitarra tocada nota a nota con púa, radica precisamente en su desarrollo e influencia en las cálidas tierras de la costa este.

Entre los más destacados “bluesmen” de la primera etapa del estilo tejano debemos citar al prolífico y expresivo cantante Blind Lemon Jefferson (1897-1929). Sus canciones nos sugieren una proximidad a los cantos de trabajo mientras que el acompañamiento de su guitarra, lleno de ideas interesantes y adornos, aporta al conjunto voz–guitarra un estilo que influirá a dos importantes “bluesmen” como Huddie Ledbetter “Leadbelly” (1888-1949) y T-Bone Walker (1910-1975) conocido como “El patriarca de la guitarra eléctrica. Algunos de los guitarristas más cercanos en el tiempo como: B. B. King, Jeff Beck, Johnny Winter o Chuck Berry han citado a T-Bone Walker como referencia indiscutible.


       Leadbelly (Huddie Ledbetter), influido musicalmente por Blind Lemon Jefferson, llegaría a convertirse en el cantante de moda entre la comunidad intelectual de Greenwich Village[13] (Nueva York) después de que fuera descubierto, en 1933, por los folkloristas John Lomax y Alan Lomax en una prisión de Luisiana. Alan Lomax consiguió la libertad del bluesman después de hacer escuchar al que fuera gobernador de Luisiana una de las canciones, grabadas en la misma prisión con un equipo portátil, en la que el cantante suplicaba perdón. Algunas de las canciones grabadas por Leadbelly fueron versionadas por Paul McCartney, Van Morrison, la Creedence Clearwater Revival, Led Zeppelin, Jerry Lee Lewis, Little Richard, Bob Dylan y Eric Clapton entre otros. Muchas de las ideas musicales presentes en las grabaciones de Leadbelly llegaron a convertirse en sonoridades arquetípicas del rock & roll.


              Detalle de la línea de acompañamiento del tema “Good Morning Blues” grabado por Leadbelly:    






13 Área residencial y distrito histórico en la cara oeste de Manhattan. Greenwich Village es conocido como bastión de la cultura artística y bohemia.


© por Carlos Mompeó, 2013