16 de abril de 2011

Bienvenidos a este Blog Taller_Bajo

Bienvenidos a este Blog Taller_Bajo hecho en Canarias.
Gracias por echar una ojeada…




EL BAJO ELÉCTRICO
El bajo eléctrico, como lo conocemos en la actualidad y en sus distintos modelos, surge gracias a la evolución, en un sentido práctico, del contrabajo. La fragilidad del contrabajo, los problemas de transporte y el débil sonido en el contexto de la música popular de las primeras décadas del s. XX hacen necesaria esta evolución.

Es necesario aclarar que la función del bajo en esta música la desempeñaban, por aquellos tiempos, la tuba y el contrabajo con arco. Sin embargo, el bajo producido por la cuerda pulsada pudo desplazar al contrabajo de arco y a la tuba, esta evolución encontró ventajas en agilidad interpretativa y en una mayor precisión rítmica.

En una primera etapa, se crean prototipos parecidos al contrabajo (en lo que respecta a la posición vertical del instrumento) pero de cuerpo sólido, sin caja de resonancia y con sistema magnético para la amplificación de su sonido. A continuación se detallan los primeros modelos y fechas: "Lloyd Loar" (1924), fue posiblemente el primer contrabajo electrificado, a partir de este prototipo, primitivo en cuanto al sistema de captación y amplificación, distintas marcas trabajaron en perfeccionar estos sistemas; "Tutmarc" (Paul Tutmarc) 1933, de cuerpo sólido y montado con cuerdas de piano; "James Thompson" (1934); "Audiovox Model 736 Bass Fiddle" de escala más corta sostenido con correa en posición horizontal (1935-36); "Gibson" de cuerpo sólido, vertical y con forma de guitarra de tamaño grande (1938-40), y "Tutmarc Serenader" (1945) modelo similar al "Audiovox".

Pero es en la década de los cincuenta cuando la evolución del bajo eléctrico queda más definida. La prestigiosa marca Fender crea el modelo “Fender Presicion Bass” (1951), diseño de referencia para el desarrollo del bajo eléctrico hasta nuestros días. Como complemento, la misma marca desarrolla amplificadores para bajo, un buen ejemplo es el Fender Bassman Amp. En esta misma década, la marca Rickenbacker crea un bajo de sonido novedoso (el Rickenbacker 4000), con más “sustain” y mejor definición de las notas.




Llegados a este punto, podemos hablar de una verdadera emancipación del bajo eléctrico con respecto al contrabajo. Por otro lado, el contrabajo eléctrico (electric upright, baby bass, etc.) evolucionará de un modo similar. Un avance tecnológico, motivado en buena parte por las propias exigencias de los bajistas, aportó a los nuevos instrumentos (de cuatro, cinco y seis cuerdas) importantes mejoras en la captación y amplificación del sonido, lo que contribuyó a una evolución en la música y sus posibilidades interpretativas. Si tenemos en cuenta la importancia de los aspectos rítmicos en general en la definición de los distintos estilos musicales, llegamos a la convicción de la importancia y estrecha relación entre el avance tecnológico y el desarrollo evolutivo musical.

El bajo eléctrico es un instrumento de base tanto rítmica como armónica; es el instrumento que en gran medida define los distintos estilos, es destacado por su especial evolución gracias al empeño de bajistas y músicos sensibilizados con la gran importancia de la línea del bajo y la calidad de su ejecución y sonido en cualquier composición musical.

Son muchos los bajistas y contrabajistas que han contribuido a la evolución de la música. Aquí destacamos algunos de los que han ejercido una gran influencia por su técnica y genialidad: Jimmy Blanton, Ray Brown, Charles Mingus, Israel “Cachao” López, James Jamerson, Paul McCartney, Scott LaFaro, Jerry Jemott, Chuck Rainey, Ron Carter, Stanley Clarke, Jaco Pastorius, Anthony Jackson, Marcus Miller, Carles Benavent, Victor Wooten y Christian McBride entre otros.   


EL CONTRABAJO
El contrabajo es el instrumento más grande de la familia de instrumentos de cuerda y, por lo tanto, el de sonido más profundo, el más grave de esta familia. No deriva exactamente del violín, como podría creerse por su parecido, sino de la combinación de instrumentos de la familia de la “viola da gamba” y de la “viola da braccio” (de ésta última desciende más directamente el violín o la actual viola). Estas dos familias nacieron a principios del siglo XVI y con el paso del tiempo surgieron nuevas formas derivadas de éstas. Por sus características el contrabajo está más emparentado con la viola da gamba.

Por su gran altura, antiguamente los ejecutantes lo tenían que 
tocar de pie para poder hacerlo cómodamente, aunque, en la actualidad muchos contrabajistas suelen sentarse en el borde de un taburete. En cualquiera de los casos, el contrabajo se apoya en el suelo sobre un vástago ajustable y es sostenido por el cuerpo y la rodilla izquierda del ejecutante.
A pesar de lo que se podría pensar, por el tamaño del instrumento, su arco es más corto que los de violines, violas o violonchelos. Además, existe una peculiaridad en la técnica de manejo del arco de contrabajo que lo distingue de los otros instrumentos de cuerda: es un arco que puede empuñarse de la misma forma que el del violín, viola o violonchelo (técnica del arco francés), o también sujetarse como el de la viola da gamba, es decir, con la palma de la mano vuelta hacia arriba.

El contrabajo se afina por cuartas justas. Su sonido es una octava más grave que el del violonchelo y, además, cuando se lee música impresa para contrabajo suena una octava más grave que las notas escritas en el pentagrama. Sus cuerdas al aire son Mi, La, Re, Sol (de la grave a la aguda). La afinación de solo, especialmente indicada para la interpretación de algunos de los conciertos del repertorio, consiste en afinar las cuerdas al aire un tono más alto: Fa sostenido, Si, Mi y La (esto se hace normalmente con unas cuerdas diseñadas para ese fin). Existen otros tipos de afinaciones alternativas menos frecuentes como la afinación vienesa (La, Re Fa sostenido La) y también la afinación por quintas. A veces se emplean contrabajos con cinco cuerdas; la quinta, que suele ser la más grave, se utiliza para obtener el Do o un Si bajo. Algunos contrabajistas, sin embargo, prefieren tener una cuerda más aguda en el contrabajo de cinco cuerdas.


Las cuerdas del contrabajo son tan largas y gruesas que las clavijas de madera empleadas en los otros instrumentos de cuerda no son lo bastante robustas para mantenerlas afinadas correctamente. Así pues, en el contrabajo se utilizan clavijeros metálicos.

Las maderas usadas para la construcción de este instrumento son el arce, la pícea, el abeto, pino, cedro y, también se usan con menos frecuencia, el álamo o la madera de haya. Para la construcción del diapasón se usa el ébano preferentemente y el palo santo. En los últimos tiempos se han introducido otros tipos de materiales como el grafito y la fibra de carbono.
El empleo del contrabajo en las orquestas clásicas no se generalizó hasta principios de siglo XVII, su sonido potente se escuchaba mejor que el de otros instrumentos de la época, como el clave. La aparición en el siglo XVIII de Monteclaire, Dragonetti, Dittersdorf, Hause, Kempfer, Hindle (célebres intérpretes y compositores), junto a Bottesini y Gouffe, Nanni o Prunner en el siglo XIX o intérpretes del siglo XX como Sergei Koussevitzky, Ludwig Streicher, Antonio García Araque, Antoni Torelló y muchos otros, han conseguido integrar al contrabajo en la elite de los instrumentos de concierto en calidad de solista, demostrando sus enormes posibilidades técnicas y expresivas.
El contrabajo también suena en pizzicato más frecuentemente que los otros instrumentos de esta familia. Esto consiste en pulsar las cuerdas con las yemas de los dedos. Esta modalidad de interpretación está especialmente indicada en la música de jazz y otras músicas actuales.

_____________________________________________________________________________________________

Este sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, personalizar anuncios y analizar el tráfico de visitantes. Google recibe información sobre el uso que haces de este Blog. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso cookies de Google.